PeRsIa
El nombre Persa proviene del latin Persa(e), y éste del grigo Περσίς y Περσική; GENT. El término Persa alude a una región histórica de oriente medio, al este de Mesopotamia, hoy en día IRAN.
Historia
Los persas fueron un pueblo de origen indoeuropeo de la rama indo-irania que acabaron fusionándose con los pueblos que conquistaron en la época aqueménida. Se originó como un grupo de tribus nómadas cuya localización original radicaba al norte de la meseta de Irán. Alrededor de 1400 a.C.., algunas de estas tribus, antepasadas de los persas históricos, se trasladaron hacia el sur de Irán.
El primer imperio persa
Antes del surgimiento de la nación persa, la zona del Medio Oriente venía siendo azotada por las guerras. El foco de estas guerras era el estado agresor y militarista de Asiria. Los asirios constantemente lanzaban campañas contra los pueblos que los rodeaban, saqueando, efectuando matanzas y deportando a las poblaciones o a sus clases dirigentes por lo menos. Esto provocó un gran deterioro humano y económico en toda la zona, incluso en Asiria que llegó a despoblarse debido a las graves bajas sufridas en las guerras. Finalmente Asiria comenzó a debilitarse, sus enemigos se unieron en una gran coalición, la derrotaron y para el año 610 a. C. los asirios habían sido totalmente sometidos. La nueva situación mostró 4 nuevos ejes de poder, en el actual Irán y el oeste de Turquía los Medos, En Mesopotamia, Siriay Palestina los neobabilonios, En el Norte de África los egipcios que intentaban extender su influencia a Palestina y Siria, y en la zona de Turquía diferentes estados, con influecias griegas. Estos estados englobaban variadas poblaciones las cuales no todas eran sumisas al nuevo orden.[cita requerida] Las guerras continuaron, pero no en el nivel terrible de las campañas asirias. El gran problema era que muchas a pesar de tener un gobierno nominal no tenían demasiado orden. Muchos de los gobiernos eran intolerantes y cobraban excesivos impuestos. Los persas eran un núcleo de pueblos con identidad propia que habitaban en el sur del actual Irán, estando sometidos al gobierno de los medos, pero con un cierto grado de autogobierno.
Las regiones más húmedas de la periferia de Irán estaban ya habitadas hace más de 80.000 años. Las culturas neolíticas, las más antiguas conocidas actualmente, aparecieron a partir del IX milenio a.J.C. en las montañas del Zagros. Desde el VIII milenio comenzaron a ocuparse las vertientes montañosas.
Diversos descubrimientos arqueológicos (Tall-i Bakun, Ismailabad, Tsesme) han puesto de manifiesto la existencia de varias culturas prehistóricas agrícolas en la meseta iraní a mediado del VII milenio.
En el V. milenio la metalurgia del cobre fundido permitió la formación de importantes aglomeraciones en Irán. En la región de usiana surgiría en el IV milenio una civilización protoestatal. Los mercaderes de Susa fundaron diversos enclaves en aglomeraciones de Irán (Godin Tepe, Tepe Sialk, Tepe
derrota de los persas ante los griegos en las dos guerras médicas marcaron los límites de su poder, que entró en decadencia.
Finalmente Alejandro Magno se apoderó de su inmenso territorio en 330 a.J.C. A su muerte, Irán pasó a la dinastía macedónica de los seléucidas, que no pudieron evitar la fragmentación de un Estado difícil de controlar por su gran extensión. A mediados del s. II a.J.C. Mitrídates I, de la dinastía de los Arsácidas, que gobernaba el reino independiente de los partos, se apoderó de la mayor parte de Irán y convirtió sus dominios en un verdadero Estado siguiendo el modelo helénico. El Imperio parto sobrevivió durante cinco siglos a pesar de las intrigas dinásticas, las luchas intestinas y las guerras contra Roma, que estaba ampliando sus dominios por Oriente.
Fue finalmente destruido por Asradir, príncipe de Persia (c. 226-241 d.J.C.) que, presentándose como heredero de los aqueménidas y restaurador de las tradiciones nacionales, fundó el Imperio sasánida.
Éste, fuertemente centralizado, opuso una eficaz resistencia a Roma y Bizancio. En esta época, se produjo la constitución del mazdeísmo como religión de Estado, persiguiéndose las religiones extranjeras.
Ejército
El ejército persa se caracterizaba por dos cosas: destreza y puntería. El ejército personal se componía de soldados entrenados para la batalla llamados los "Inmortales". Era un ejército de 10.000 hombres; se les decía así porque cada vez que caía uno era repuesto por otro de la reserva; y los arqueros a caballo, eran una especialidad de los persas que requería una coordinación y habilidad excepcional, que combinaba la arquería con la caballería.
La organización de las provincias permitía el rápido y eficaz reclutamiento de tropas.
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